La flor de Capricornio

Flor: Jazmín
Los nativos de este signo son como la criatura que los representa: seres plácidos, que no se duelen de las contradicciones que contienen en sus espíritus. Y es que los Capricornio son personas que pueden ser, al mismo tiempo, dulces por un lado e inclemente por el otro. Se apegan a un código estricto, a una ética irreprochable, y en su seguimiento pueden pasar por encima de los afectos, del amor, de la familia. Capricornio es un signo que se apega a lo que cree correcto.

Los Capricornio siguen el mandato de una voz interior que les señala lo que está bien y lo que está mal. Y esa voz les acompaña a lo largo de toda su vida, y les guía en la toma de decisiones. Y así les señala de quien enamorarse, cuándo tener una familia, qué trabajo elegir…

En esta búsqueda los Capricornio son muy duros consigo mismos, y no siempre se permiten equivocarse. Perfeccionistas que se apegan a un ideal en la vida, no se perdonan los fracasos ni las vacilaciones, y pueden llevar vidas infelices si la vida no se apega a la manera en que soñaron que sería.

La flor que representa a este signo debe reflejar la personalidad, las contradicciones y las virtudes que posee. Una flor de sencilla belleza, que sepa extenderse al mundo y dejar su huella, que siga su propia voz, y sepa mantenerse activa en todo momento para hacer.

Una flor como el jazmín.
Sociedades muy antiguas adoptaron a esta flor como una protectora de sus vidas, Para los antiguos hindúes, por ejemplo, esta flor representa al dios Vishnu, protector de casas y vidas. Y es que Capricornio sabe que no hay nada más valioso, y que merezca más nuestros esfuerzos que cultivar y proteger al amor, a la familia, al hogar y a los amigos. A pesar de su dulce y apacible carácter, Capricornio es el más fiero defensor de las personas que ama.

El jazmín posee un poderoso perfume, que sobre todo se expande por las noches, y crea una delicada atmósfera. De esa manera actúa Capricornio para llenar su mundo y de los que ama de mejores condiciones y bienestar. Este signo gusta de actuar sin esperar una recompensa o un reconocimiento por lo que hace. Le gusta, en cambio, ver los efectos de lo que hace por los demás, a lo lejos, anónimamente.

Al jazmín se le usa para producir perfumes. Se dice que estas fragancias son florales, cálidas, animales, especiadas, frutales y hasta con un gusto de licor. Esta diversidad también está presente en el alma del Capricornio, llena de facetas, de maneras de ser. Nunca podrás conocer del todo a un nativo de este signo, pues siempre habrá un aspecto de su ser que termina por deslumbrarte.

¿Cómo se puede convertir en un amuleto al jazmín? Un pequeño ramito, junto a la cama, a la hora de dormir, en una maceta, producirá una fragancia que llenará al sueño de pronósticos venturosos y consejos que le harán a Capricornio más venturosa la jornada.